LA VIDA ESTA LLENA DE CICLOS

Es un constante movimiento, hay ciclos que se abren y otros que se cierran. Cada instante que algo de esto sucede, hay cambios, algunos ciclos son largos, otros cortos. Pueden ser cambios ruidosos, efusivos... otros silenciosos... simplemente desaparecen mientras el sol se oculta.

Tal parece que se cierra un ciclo... que se desliza en el silencio... sigiloso, en la ausencia, pero no por ello deja de ser doloroso y abrumador.

Ahora el Cielo se apagó, dejó de brillar, perdió su melodía, quizá otro sol lo eclipsó, quizá la luna, la bella dama de la noche hizo su jugada.

Palabras no dichas, acciones no realizadas, ideas que sólo quedaron en quizás...

Cambios paulatinos que, en la ausencia, se fueron convirtiendo en imponentes bolas de nieve, endurecidas por la pasividad, la rutina; haciendo de ellas enormes rocas difíciles de penetrar, una muralla de gigantes helados.

Estos cambios pueden suceder de golpe o tal vez lentamente, quizá no se noten, o quizá sea más fácil dirigir la mirada a otro lado y callar... a la espera de que algo suceda... o de que nada pase.

Sobre un lienzo blanco se van dibujando las líneas que muestran el camino a recorrer, posibilidades infinitas y pintorescas pero, ¿qué sucede si se deja de pintar? ¿a dónde va ese camino?

Silencios, costumbre, palabras vacías... sin sentido. Cuerpos que se unen en desunión. Actos que no culminan en un grito, en un gemido. El humo que se lleva la ilusión... el deseo. Promesas incumplidas que van cavando poco a poco, pero profundamente. Pasado desconocido, callado, misterioso. Presente desconcertante, inmóvil, desconfiado, celoso. Un futuro tambaleante, lleno de hoyos, sin cimientos que lo puedan estabilizar.

Ciclos... vamos de uno a otro, quizá repetimos algunos, intentamos, nos equivocamos, fallamos, pero así como unos se cierran, habrá otros que inicien.

Apesar de querer mantener viva la esperanza... apesar de eso... duele.