30 octubre, 2009

Un Río Salado que Vibra en la Orilla

Tal parece que la inspiración me llega siempre en los momentos difíciles, o por lo menos los que siento como los más pesados.

Hoy tengo mucho que agradecer, hay tantas cosas buenas, positivas, grandes sorpresas y bendiciones por las cuales me puedo sentir feliz. Sin embargo, no me siento así. Hoy es uno de esos días en los que siento que no avanzo, los pensamientos no son, digámoslo así, positivos.

Incluso quisiera romper en llanto, sin embargo, hay que aguantar, no es el lugar ni el momento. Ya se darán las circunstancias para lograrlo.

Sé que las cosas van bien, que oportunidades maravillosas se han presentado. Aun así está siendo difícil sentir toda la alegría, es más... con una poca me conformaría por el momento, pero ni eso llega.

Cansancio, desamor, soledad, son algunas de las cosas que están llenándome en este instante.

Sentimientos encontrados. Hace poco leí algo de un amigo al que he aprendido a querer mucho. Él hablaba del Desamor, y del daño que puede hacerle alguien, a una persona enamorada. No sé, creo que tiene razón, incluso menciona que muchas veces ese dolor provocado, puede ser inconsciente. Pero por otro lado, quizá he estado, a últimas fechas... hablando de años... en la posición no del dañado, sino de quien lastima. Y tengo claro que no fue nunca esa la intensión, sin embargo ese fue el resultado.

No se trata de que sólo uno esté enamorado y el otro no, en una pareja. Creo que puede existir el enamoramiento en ambos, sin embargo, a veces, por diferentes razones, alguno pierde el interés, o quizá se de cuenta de que no va a salir bien la relación. Y quizá, justamente para evitar continuar y alargar la agonía, sea mejor tomar una decisión, aunque con ello, tratando de no lastimar, sea cuando más lo haces. Qué caso tiene seguir en una relación en donde no eres tú mismo, en la que estás más tiempo triste que feliz, seguramente eso no ayuda ni a la pareja, ni a la relación. O simplemente el ver que todo está en pausa, que pareciera que el tiempo se detuvo, y que simplemente se está por estar...

Es probable que la otra parte, ni cuenta se haya dado, pero, será que no se dio cuenta, o simplemente no quiso verlo. Que, a pesar de los avisos, claros y directos, en su mente, creyó que todo se arreglaría solo...

No sé, son tantas cosas las que hay en este momento en mi cabeza, que pareciera que intentan salir de mil manera: en palabras sin sentido que se agolpan en una caja de texto, convertidas en un río salado que nubla la vista y se detiene justo en la orilla del límite, con suspiros que surgen de la nada mientras cruzas un pasillo...

Dicen por ahí que la felicidad es una actitud, una manera de vivir, y que sólo depende de cada uno, y entonces, por qué, queriendo tener la actitud no es tan fácil lograrlo???
Hoy ha sido un día complejo... como dice Ismael Serrano: "... y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme..."

Últimamente
Ismael Serrano

Últimamente ando algo perdido,
me han vencido viejos fantasmas,
nuevas rutinas.
Y en cada esquina
acecha un ratero para robarme las alhajas,
los recuerdos, las felicidades.
De un tiempo a esta parte llego siempre tarde a todas mis citas.
Y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme.
De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte, no amarte.
Últimamente ando desconcertado,
así que ponte a salvo,
porque en este estado
ando como loco.
Y me enamoro de mujeres comprometidas,
llenas de abrazos,
llenas de mentiras.
De un tiempo a esta parte,
a mi amor propio algo le falta,
lo has dejado unos puntos por debajo del de Kafka.
Y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme.
De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte, no amarte.
Últimamente planeo una huida
para rehacer mi vida,
probablemente en Marte.
Seguro que allí no hay nadie
empeñado en aconsejarme:
"Ismael, ¿qué te pasa? No estudias, no trabajas".
Y qué vamos a hacerle,
si es que últimamente ando algo perdido,
si te necesito.
Si de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte, no amarte.
Han de venir tiempos mejores,
cometeré más errores,
daré menos explicaciones,
y haré nuevas canciones
en las que te cuente
cómo, últimamente,
son tan frecuentes tristes amaneceres
ahogando mis finales,
repetidos, cansados, miserables,
llenos de soledades.
De un tiempo a esta parte
me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte, no amarte.



27 octubre, 2009

El Patito Feo... una gran lección.

El cuento dice que era un patito "distinto" a los demás, que se sentía relegado, fuera de lugar, ahora sí, que "como pez fuera del agua"...

"El Patito se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no lo querían...
Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flaco y desgarbado, además de bastante torpe el pobre..."

Diferente a los demás, él trataba y trataba de agradar a los otros patos del estanque, y a todos a su alrededor, y siempre recibió rechazo.

Tras sentirse fuera de lugar, escapó fuera de la granja, tuvo que aprender a sobrevivir, se topó con peligros, todo era desconocido para él.

Pasó el tiempo, los meses, las estaciones, hasta que llegó a un estanque...

"Al fin llegó la primavera y el Patito Feo pasó por un estanque donde encontró las aves más bellas que jamás había visto hasta entonces."

Seguramente se debió haber sentido amenazado ante la belleza de aquellos enormes y hermosos animales...

"Eran elegantes, gráciles y se movían con tanta distinción que se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe."

Ya decía yo que no se debe haber sentido nada bien al lado de esas aves...

"De todas formas no tenía nada que perder se acercó a ellas y les preguntó si podía bañarse también. Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron: ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!"

El Patito Feo se sintió nuevamente atacado por las burlas... pero... esta vez fue diferente.

Los cisnes lo alentaron a mirarse en las cristalinas aguas del estanque.


"El Patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio lo dejó maravillado. ¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne! Aquel Patito Feo y desgarbado era ahora el cisne más bonito y elegante de todos cuantos había en el estanque. Así fue como el Patito Feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre."

Una historia triste que consiguió su final feliz. Así vamos todos por nuestro camino, con historias, de todo tipo, que esperamos tengan un final feliz. Pasando por miles de pruebas, de aciertos y equivocaciones, pero todas con la esperanza de llegar a "y vivió feliz para siempre".

El Patito, que sentía que no pertenecía a un grupo, pensaba que él estaba mal, que algo debía haber sucedido pues era diferente, Feo, sin embargo, la vida le mostró la oportunidad de ver las cosas de otra manera, no era que él estuviera equivocado, o estuviera mal, simplemente, no estaba en el ambiente correcto, no pertenecía a ese lugar.

¿Cómo llegó ahí? Eso ya no es importante, lo que realmente es relevante es que encontró el lugar al que pertenecía. Encontró SU LUGAR.

Cuántas veces nos preguntamos ¿qué hacemos en cierto lugar? ¿Por qué llegamos hasta donde llegamos? Y nos aflijen las situaciones que vivimos... una reunión a la que no fuimos requeridos, un grupo con el que no llegamos a compenetrarnos, y no nos damos cuenta de que quizá, no es nuestro lugar, quizá, tenemos que andar todo ese camino para poder llegar a apreciar verdaderamente, desde el corazón, el lugar al que pertenecemos una vez que lleguemos a él.

No dejes que te releguen... no te relegues; no dejes que te limiten... no te limites, busca tu lugar, busca eso que llena tu alma, ¡que te apapacha el corazón! Busca el reflejo de tu Cisne Interior en el estanque adecuado.

Cuando más pesado creas que es el camino, seguramente es porque estás ¡a punto de llegar! Por lo menos a un lugar en donde seguramente te sentirás mejor, mejor contigo mismo.


* Inspirado en "El Patito Feo" de Hans Christian Andersen.

25 octubre, 2009

Un Pasillo lleno de Puertas

La imaginación es grande, y aunque esto surge por algo visto en la televisión, la idea que dejó ese pequeño fragmento de imágenes, comenzó a crecer en mi mente.

Si recorriéramos nuestra vida, y camináramos por un pasillo lleno de puertas, viéndonos a nosotros mismos salir y entrar, con diferentes edades, demostrando miles de sentimientos, ropas distintas. Eso parecería una locura.

Quizá podríamos hasta echar un vistazo. Recordar. Cambiar. Aprender. Tal vez quedaríamos estupefactos simplemente de revivir una situación específica.

Si pudieramos regresar a algún momento... si ahora hicieramos algo diferente, ¿realmente cambiarían nuestra circunstancias actuales?

Hay quien dice que ya está escrito nuestro destino, entonces, si me siento a esperar que pasen las cosas, ¿sucederán?

Creo en la libertad de elección que tenemos todos los seres humanos. Creo en que tus actos son los que forman tu camino. Cada uno elige. A veces la vida te lleva por senderos que nunca imaginaste, pero siempre se aprenderá algo para el futuro.

La familia en la que naciste, son grandes maestros que se escogieron desde otro nivel. Los amigos que haces a través de los años, algunos se quedan, otros se van, pero todos dejan algo de gran valor. Incluso los lugares en donde trabajas, tus compañeros, jefes, en fin, cada persona que cruza tu camino tiene algo que dar, así como tú das algo a los demás.

Si ese pasillo lleno de puertas lo pudieramos recorrer, pudieramos cambiar cosas, acciones, seguramente nos llevaría a entendernos mejor, pero, seguramente la historia no cambiaría. Pues ya la hemos escrito. Pero definitivamente nos puede ayudar a escribirla de mejor manera para más adelante, para ir formando un camino mejor.

¿Sabes cómo son tus puertas?

Fuerza desde el Inconsciente

Hay días que te sientes completamente fuerte, sano, alegre, simplemente feliz. Los rayos del Sol te parece más esplendorosos que nunca. La luna brilla más que lo que recuerdas. Sonríes ante las notas de una canción, que no importa si sabes la letra o no, pero la tarareas. Esos días son maravillosos, pues no importa nada, simplemente los disfrutas, ves que tu vida va por buen camino, que nuevas oportunidades se abren.

Pero hay otros días, días como hoy... o como los últimos que han pasado. Días en que no encuentras un consuelo ni en ti mismo. Días en los que tus pensamientos te traicionan, y ves la traición en todos lados, en la gente que te rodea, en aquellos que ni siquiera te conocen.

Esos días son los que te hacen extrañar, por más que trates de convencerte de que actuaste correctamente, que hiciste bien en tomar las decisiones que tomaste. A pesar de todo, no logras convencerte. Piensas en lo positivo, en lo que está por llegar, pero la desesperanza llega primero, la tristeza abarca todo.

En un esfuerzo por recuperar la cordura, imaginas, creas en la mente historias, vas al pasado, brincando al futuro, saltando de lado a lado, de experiencia en experiencia y, en lugar de encontrar la paz buscada, te topas con la desolación, con lo errores cometidos, con lo que mereces, o crees merecer, o lo que no mereces.

Días como estos no deberían de existir. Pero sin ellos, ¿cómo vas a reflexionar? o ¿entender? Supongo que estos días son los que te darán fuerza más adelante. Sí todo fuera bueno, maravilloso, ¿cómo distinguir la verdadera felicidad? Y ¿si no son los que te sacan adelante, entonces, para qué están?

La risa rompió a llorar y parece que las lágrimas se quieren suicidar, nacieron secas... ¿qué posibilidades tienen de poder brotar?*

Son en estos momentos en los que se quiere volver a empezar, en otro lugar, con otro entorno. Pero, realmente ¿todo este sentir se irá? o quizá, se guarde en el equipaje junto con todo lo demás, pues a fin de cuentas somos lo que somos, y todos vamos cargando nuestra historia. No puedes dejarla así como así, olvidada en un rincón, dentro de una bolsa para que no se esparza por la habitación.

A pesar de los intentos por darte ánimo a ti mismo, las dudas y las preguntas se agolpan en tu mente, la cabeza está llena de recuerdos, de historias. Y por más que lo intentes, la esperanza no tiene cabida. Y sigues intentando, una y otra vez, lo importante es no desistir, habrá un momento en que la mente se descuide, y entonces podrá entrar la alegría, borrando los malos momentos, los pensamientos negativos.

Sólo dale la oportunidad de que entre. Recuerda que aunque hay días malos... ¡¡¡también los hay buenos!!! Disfruta de una canción, del viento, del atardecer... hay tantas cosas bellas que damos por sentado, y no apreciamos, que si volteas a verlas y las aprecias, te permitirán tener una perspectiva diferente.

* esto salió de una canción que hoy lleno el día de ideas para escribir en este espacio.